Según la ONG Luchemos por la Vida, las estadísticas de mortalidad vial de Argentina siguen siendo alarmantes en 2024, poniendo de manifiesto una grave crisis en infraestructura y comportamiento social en las calles.
Argentina atraviesa una realidad preocupante en términos de seguridad vial. Los datos publicados recientemente por la ONG Luchemos por la Vida revelan que, en 2024, el país tuvo entre 5 y 11 veces más muertes por siniestros viales que los 10 países más seguros del mundo en el tránsito. Esta comparación se realizó tomando en cuenta el número de muertes por millón de habitantes y por millón de vehículos. En ambas categorías, Argentina presenta cifras desoladoras que reflejan no solo una crisis en la infraestructura vial, sino también en el comportamiento social en las calles y rutas.
Los países más seguros en tránsito
Naciones como Suecia, Noruega y Japón lideran la lista de países con menor mortalidad vial, aplicando políticas de educación vial desde edades tempranas, sanciones efectivas y un alto nivel de cumplimiento de las normas. En contraste, en Argentina persisten comportamientos peligrosos que contribuyen a las estadísticas trágicas, tales como:
- Exceso de velocidad.
- Uso del celular al conducir.
- Falta de respeto hacia las señales del tránsito.
- Bajo porcentaje de uso del cinturón de seguridad y casco en motos.
El ranking de los países más seguros
El ranking de los países con mejor desempeño en seguridad vial lo completan:
- España
- Gran Bretaña
- Dinamarca
- Luxemburgo
- Suiza
- Finlandia
- Alemania
Estas naciones han demostrado que la clave para una menor mortalidad vial radica en la implementación de políticas sostenidas de educación vial y sanciones a quienes infringen las normas, algo que Argentina aún tiene pendiente.
Medidas necesarias para frenar la tragedia
María Cristina Isoba, presidenta de la ONG Luchemos por la Vida, enfatiza que “Nunca se supo mejor que hoy lo que hay que hacer para reducir esta cifra terrible de muertos en siniestros de tránsito evitables”. Entre las medidas clave para abordar este flagelo se destacan:
- Decisiones políticas firmes y con acción inmediata.
- Controles más severos para asegurar el cumplimiento de las normas.
- Mejoras en la infraestructura vial que permitan una circulación más segura.
- Un cambio cultural de la población en cuanto a la percepción de la seguridad vial.
Responsabilidad compartida
El informe de Luchemos por la Vida destaca que, si bien los gobiernos son responsables de garantizar el cumplimiento de las normas, ofrecer educación vial constante y mejorar la señalización, los usuarios también tienen una cuota clave de responsabilidad. Respetar las reglas de tránsito no solo es una obligación legal, sino también una manera de proteger la vida propia y la de los demás en las vías públicas.
Un desafío colectivo
La seguridad vial no es un tema aislado ni solo de expertos. Es un asunto social que involucra a todos. Para reducir las muertes en el tránsito, es necesario trabajar de manera conjunta y constante, sumando esfuerzos entre el gobierno, las autoridades y los ciudadanos. Solo así será posible mejorar la situación y salvar miles de vidas.
FUENTE: Lt10