En una acción coordinada, auditores de ASSAL y la Guardia Rural “Los Pumas” Sección 26 Reconquista detuvieron un vehículo que transportaba carne sin las habilitaciones correspondientes. La inspección reveló que la mercadería carecía de sellos de inspección veterinaria oficial y presentaba contaminación con tierra, pelos y materia fecal.
Se decomisaron 220 kilogramos de carne, los cuales fueron desnaturalizados y trasladados a los digestores del frigorífico local. La faena clandestina representa graves riesgos para la salud pública, como la contaminación bacteriana, la ausencia de inspección veterinaria, la falta de trazabilidad y el incumplimiento de normativas sanitarias.
La intervención inmediata de las autoridades garantiza la seguridad alimentaria de la comunidad, evitando la propagación de enfermedades transmitidas por alimentos debido a la falta de control sanitario en estas prácticas ilegales.