Con una vasta trayectoria bajo los tres palos y un ascenso histórico con Unión en 1996, Juan Carlos “la Araña” Maciel revive su camino en el fútbol y comparte hoy su experiencia con jóvenes que sueñan con llegar a Primera.
El exarquero, radicado en Santa Fe desde hace años, dialogó con Vivos y Sueltos y dejó reflexiones valiosas sobre el sacrificio, la perseverancia y las realidades del deporte profesional.
“Ese equipo del 96 se armó de menor a mayor”, recordó Maciel, en alusión al plantel que logró el ascenso a Primera División bajo la conducción de Carlos Trullet. “Yo llego a mitad del 95, después de un período de adaptación, y ya en el 96 hicimos una gran pretemporada que nos permitió llegar afilados a mitad de año. Era un muy buen equipo, muy recordado por los hinchas”.
Entre sus compañeros, mencionó a figuras como Cabrol, el “Laucha” Gárate, y el “Bicho” Mendoza, todos parte de una campaña que quedó en la historia del club rojiblanco.
De Buenos Aires a Santa Fe, con paradas en toda la Argentina
Maciel comenzó su carrera en 1979, en Acassuso. En 1985 pasó a Argentino de Merlo, donde logró su primer ascenso, y desde allí su carrera fue una travesía por distintos clubes: La Ferrere (con otro ascenso), Central Norte de Salta, Patronato, Atlético Rafaela, y finalmente Unión de Santa Fe.
“Me tocó ascender con varios equipos y enfrentar desafíos en todas las categorías. Viví la pasión del fútbol en cada rincón del país”, relató.
De Higuita a Escobar: una historia en Colombia
Apodado “la Araña” por su estilo arriesgado y su parecido físico con René Higuita, Maciel forjó una amistad con el legendario arquero colombiano. “Nos conocimos porque éramos parecidos. Hicimos una amistad. También conocí a Andrés Escobar, a quien asesinaron tras su autogol en el Mundial del ’94. Fue una tragedia terrible que marcó a todo el fútbol.”
Su presente: formación y contención a través de charlas
Instalado en Santa Fe, casado con una santafesina, Maciel hoy dedica su tiempo a brindar charlas motivacionales y entrenamientos para jóvenes futbolistas, muchas veces junto a colegas del fútbol femenino. “Les hablo de lo que significa salir de la casa a los 15 o 16 años, lo difícil que es el camino y la importancia del sacrificio. No todo es suerte. También se necesita mucha cabeza”.
Sobre el presente de Unión, expresó: “Fue un año raro. Clasificaron a la Sudamericana pero no rindieron en el torneo local. Hubo buenos refuerzos, pero el fútbol no es sólo nombres. Hay que buscar equilibrio y empezar de nuevo.”
El mensaje a los pibes
“Mi mensaje a los chicos es que sueñen, pero que también se preparen. El camino al profesionalismo es largo, duro, y no garantiza nada. Pero vale la pena intentarlo con pasión y responsabilidad”, concluyó Maciel, dejando una vez más su sello de humildad y compromiso con las nuevas generaciones.
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