La 11ª edición de la muestra organizada por Locos por el Bonsái reunió a cultivadores de toda la región, con más de 200 ejemplares, demostraciones en vivo y una gran participación del público.
La Expo Bonsái 2025, organizada por el grupo Locos por el Bonsái, volvió a sorprender con una convocatoria masiva y ejemplares de altísimo nivel. La muestra, que ya va por su undécima edición, se desarrolló durante el fin de semana con una gran afluencia de público y el acompañamiento de aficionados de toda la región.
“Fue un éxito total, muchísima gente tanto ayer como hoy. El salón estuvo repleto y estamos muy contentos”, expresó Paulo Saucedo, referente del grupo, en diálogo con Vivos y Sueltos.
Ejemplares únicos y pasión por el arte del bonsái
Durante el recorrido se pudieron apreciar árboles de más de 30 años junto a otros recientemente trabajados, resultado de talleres y prácticas colectivas. “Yo hago bonsái desde 1992, así que ya son 33 años en esta actividad. Hay compañeros con más trayectoria todavía, por eso se pueden ver árboles de distintas edades y especies, tanto nativas como exóticas”, explicó Saucedo.
El evento ofreció además demostraciones en vivo y espacios de intercambio entre los aficionados, quienes destacaron la calidez del grupo organizador y el nivel técnico de los trabajos presentados.
Visitantes desde Santa Fe
Entre los invitados se destacó la presencia de Francisco Fernández Tuñón, integrante de la Asociación Santafesina de Cultivadores de Bonsái, quien participó junto a su compañero Ariel.
“Nos encontramos con una exposición increíble: casi 200 árboles, algo impensado incluso para una ciudad más grande. La calidad de los trabajos es excelente y el ambiente muy fraternal”, señaló Fernández Tuñón.
El bonsaista valoró también el espíritu que transmite esta práctica: “Creo que todas las personas deberían en algún momento hacer bonsái. El contacto con la naturaleza genera un bienestar único. Más allá de la técnica, se trata de respeto y cuidado por un ser vivo”.
Un cierre con proyección
La exposición, que se extendió hasta las 21 horas, dejó un balance más que positivo. Los organizadores ya piensan en la edición 2026, con nuevos ejemplares y más actividades para seguir difundiendo esta disciplina que combina arte, paciencia y conexión con la naturaleza.