Avellaneda se prepara para conmemorar la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, una advocación profundamente arraigada en la ciudad y la región. En una entrevista exclusiva con el Padre Walter Venica, párroco de Avellaneda, se destacó la importancia de esta jornada, que no solo es un acto religioso, sino también un encuentro con la esperanza, especialmente en el contexto del Año Jubilar.
El Padre Venica reflexionó sobre el significado de la Virgen de Lourdes, cuya figura es especialmente venerada por su cercanía a los enfermos y a aquellos que sufren. “María es la madre del dolor y de los que sufren, y su advocación trasciende cualquier frontera”, comentó el sacerdote, resaltando la relevancia de la jornada mundial de los enfermos, instituida por San Juan Pablo II.
La fiesta, que tiene su centro en la histórica capilla de Lourdes, es un símbolo de la espiritualidad de Avellaneda, un lugar que, según Venica, emana una energía especial que la comunidad percibe con devoción. “Es un espacio único, donde la fe se siente en el ambiente, un lugar que nos llena de paz y esperanza”, expresó.
Este año, la novena adquiere un componente especial debido al Año Jubilar, que otorga la oportunidad de recibir indulgencias plenarias a los fieles. El Padre Venica explicó las condiciones para recibir este don espiritual, destacando la importancia de la confesión sacramental, la comunión y la oración por el Papa.
Las celebraciones comenzarán a las 20:00 horas, con una peregrinación desde la plaza central hacia el predio de Lourdes, donde se celebrará la misa a las 20:30. “Es una caminata simbólica, un recordatorio de que la esperanza nos impulsa a seguir adelante”, añadió el párroco.
Con una devoción que se renueva cada año, la comunidad de Avellaneda se prepara para una noche de oración, reflexión y unidad. Aunque la fiesta de Lourdes se celebra principalmente en su día, Venica subrayó que la presencia de la Virgen está viva durante todo el año en la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad.
La jornada es una invitación abierta para todos, con o sin participación previa en la novena. La comunidad avellanedense, como cada año, se reunirá para rendir homenaje a la madre de los enfermos, en un acto que combina la fe popular con la esperanza de un futuro mejor.