
Tenía 89 años y había anunciado en 2023 que padecía un cáncer de esófago. Fue presidente entre 2010 y 2015 y una figura icónica de la política latinoamericana.
El expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, falleció a los 89 años, según confirmó este martes el actual mandatario Yamandú Orsi, en un mensaje cargado de emoción y reconocimiento:
“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”.
Conocido como “el presidente más pobre del mundo” por su estilo de vida austero y su discurso frontal, Mujica fue un símbolo global de la coherencia entre pensamiento y acción. Presidió Uruguay entre 2010 y 2015, después de décadas de militancia política, lucha armada, cárcel y transformación personal.
Una enfermedad que enfrentó con coraje
El exmandatario había anunciado públicamente en abril de 2023 que padecía cáncer de esófago, y desde entonces atravesó un complejo proceso médico con 32 sesiones de radioterapia, hospitalizaciones intermitentes y una lenta recuperación. Sin embargo, en enero de 2025, reveló que la enfermedad había hecho metástasis, dejando un mensaje de despedida:
“Hasta acá llegué”, dijo en una entrevista al semanario Búsqueda. “Déjenme tranquilo, no quiero más entrevistas”.
A pesar de ese pedido, su chacra en las afueras de Montevideo siguió siendo punto de encuentro de líderes mundiales, artistas, militantes y periodistas. Y Mujica, debilitado pero lúcido, no dejó del todo la vida pública.
Una vida que fue “una novela”
Militante tupamaro en su juventud, Mujica pasó casi 15 años preso bajo condiciones inhumanas durante la dictadura uruguaya. Con la recuperación democrática se integró a la política institucional, fue diputado, senador, ministro de Ganadería y finalmente presidente.
Siempre reacio a los protocolos del poder, donó el 90% de su salario como jefe de Estado, vivía en una modesta casa rural, conducía un viejo Volkswagen Fusca y hablaba sin rodeos.
“Mi vida fue un poco una novela. Ser presidente fue una pavada”, dijo alguna vez, relativizando un cargo que nunca lo alejó de sus principios.
Un legado que trasciende fronteras
Mujica no fue solo un dirigente uruguayo. Fue un fenómeno cultural, citado por líderes progresistas, conservadores, ecologistas y jóvenes activistas por igual. Su estilo directo, su mirada filosófica sobre el consumo, la libertad y la muerte, y su discurso anticonsumista lo convirtieron en un referente moral en tiempos de descreimiento político.
La historia recordará a José Mujica como el presidente que enseñó que se puede gobernar sin privilegios, que se puede resistir sin odio y que se puede vivir con poco sin dejar de hacer mucho.