La Semana Continental de las Semillas se celebra como un símbolo de la importancia de las semillas nativas y criollas en la producción agroecológica de América Latina, especialmente en la región del litoral argentino.
En el marco de la Semana Continental de las Semillas, que se celebra cada año durante la última semana de julio, tuvimos la oportunidad de conversar con Paiá Pereda, integrante de Incupo y desde allí miembro del movimiento agroecológico de América Latina. En esta ocasión, nos contó sobre la historia y la relevancia de este evento, que tiene como objetivo recuperar y promover el uso de semillas nativas y criollas, fundamentales para los pequeños productores y agricultores familiares de la región.
El origen de la Semana Continental de las Semillas
La iniciativa comenzó en 2015, cuando un grupo de productores de Argentina y otras naciones de América Latina decidieron dar visibilidad a la importancia de preservar las semillas tradicionales, las cuales no siempre están disponibles en el mercado comercial. Semillas como las del maíz blanco, las calabazas y las sandías, son algunas de las más cultivadas por los agricultores familiares y que, por razones diversas, no se encuentran fácilmente en los comercios de semillas.
El 26 de julio, día de Santa Ana, se celebra tradicionalmente la primera siembra de maíz en la región del litoral argentino, lo que da inicio a la temporada de siembra, justo después de las heladas más fuertes. Este día, junto al Día de la Pachamama, el 1 de agosto, se eligió para organizar la Semana Continental de las Semillas, un espacio de intercambio de semillas entre productores de distintas provincias.
La importancia de recuperar las semillas
Uno de los objetivos principales de este evento es recuperar las semillas autóctonas, las que se han ido perdiendo por la falta de acceso a estas variedades en el mercado comercial. Además, se busca fortalecer el vínculo entre los productores y la tierra, fomentando la soberanía alimentaria.
“Las semillas son el comienzo de algo muy grande. Son la base de lo que nosotros llamamos la soberanía alimentaria, no solo porque garantizan el acceso a los alimentos, sino también porque son alimentos que conectan con nuestra cultura alimentaria”, destacó Paiá.
Actividades y encuentros
A lo largo de la semana, se realizan diversos encuentros, como ferias de semillas y capacitaciones sobre el uso y la conservación de las semillas. Este año, la provincia de Misiones cuenta con alrededor de 12 ferias de semillas en distintos puntos de la provincia, mientras que en Corrientes se llevará a cabo un encuentro provincial de ferias francas el 4 y 5 de agosto. En estos encuentros, los productores intercambian semillas y comparten saberes sobre cómo producir alimentos de manera más autónoma y sostenible.
Paiá mencionó que en la localidad de Saladas, se están realizando capacitaciones sobre cómo sembrar, seleccionar y conservar las mejores semillas para garantizar una buena cosecha. “Si no se seleccionan las mejores semillas, no se garantiza una buena producción”, explicó.
Un movimiento creciente
Lo que comenzó como un pequeño grupo de agricultores comprometidos con la preservación de las semillas tradicionales ha crecido, y hoy hay una red de intercambios de semillas en Argentina y en varias partes de América Latina. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, y el objetivo es fortalecer esta red, especialmente frente a los desafíos que presenta la globalización y la dependencia de semillas industriales.
“Este tipo de encuentros nos permite conectarnos, no solo con otros productores, sino también con la identidad de nuestros pueblos”, concluyó Paiá.
La Semana Continental de las Semillas se reafirma, año a año, como una herramienta para garantizar la autonomía alimentaria de los pueblos, preservando no solo las semillas, sino también las tradiciones y costumbres alimentarias que las acompañan.
