La conducción de la cerealera Vicentin informó su intención de reactivar las plantas de Ricardone y Avellaneda, luego de haberlas puesto en “parada segura” ante la falta de nuevos contratos de fasones, modalidad bajo la cual la empresa opera procesando materia prima de terceros.
La posibilidad de retomar la actividad surge tras el ofrecimiento público realizado por la Unión Agrícola de Avellaneda y Bioenergías SA durante la audiencia convocada el viernes pasado por el juez del concurso de acreedores, Fabián Lorenzini. Ambas firmas expresaron su voluntad de continuar con los fasones de girasol y etanol.
Según comunicó el Directorio de Vicentin, las propuestas fueron transmitidas de forma verbal e incluyen un adelanto del 50% del precio correspondiente a los trabajos por fasón. “De ser ratificadas por las vías correspondientes, la empresa estaría en condiciones de poner en marcha nuevamente ambas plantas”, señalaron desde la firma.
Además, aseguraron que con esos recursos podrían abonar durante esta semana el 25% de los salarios de marzo al personal, y comenzar a regularizar compromisos comerciales clave, como los pagos por transporte, energía, insumos de producción y aportes patronales.
