El 1 de agosto se celebra el Día de la Madre Tierra con una bebida que limpia, protege y renueva la energía.
Cada 1 de agosto, en distintas regiones de Argentina —especialmente en el noroeste del país— se honra a la Pachamama con un ritual tan antiguo como poderoso: tomar caña con ruda. Esta práctica forma parte de una cosmovisión ancestral que busca agradecer, protegerse y renovar energías al iniciar el mes más crudo del invierno.
El significado espiritual del ritual
El Día de la Pachamama es una fecha clave en la tradición indígena. Se celebra en honor a la Madre Tierra, la Pachamama, para agradecerle los frutos recibidos y pedirle salud, prosperidad y resguardo ante los males. En este contexto, la caña con ruda funciona como ofrenda, medicina y conjuro.
- La ruda es una planta considerada curativa y protectora. Se cree que limpia el cuerpo y el alma de las energías negativas, y ahuyenta la mala suerte, las enfermedades y la envidia.
- La caña (o a veces ginebra), como bebida alcohólica, ha sido usada tradicionalmente como remedio casero y elemento ceremonial. Al combinarse con la ruda, potencia su acción espiritual.
Cómo se prepara y cómo se toma
El ritual exige una preparación previa:
- Macerar ramitas de ruda en caña o ginebra durante al menos una semana. Algunas personas lo hacen desde el 24 de junio (Día de San Juan) para que esté lista el 1º de agosto.
- Beberla en ayunas, antes de consumir cualquier alimento. El número de sorbos puede variar según la costumbre local: tres, siete, un solo trago o un vaso entero.
- Mientras se bebe, se pueden pronunciar palabras de intención, salud y agradecimiento. Algunas personas dicen “Kusiya, kusiya” (en quechua: ayúdame, ayúdame), invocando la protección de la tierra.
También es habitual derramar unas gotas al suelo, como gesto de ofrenda a la Pachamama, fortaleciendo así el vínculo entre quien bebe y la naturaleza.
Un legado de sincretismo y resistencia cultural
Esta tradición tiene raíces en las culturas indígenas andinas, que atribuían a las plantas propiedades mágicas y sanadoras. Con la llegada de los colonizadores europeos, las prácticas rituales se fusionaron con elementos del catolicismo popular, dando origen a un sincretismo cultural que perdura hasta hoy.
En localidades como Posadas, Salta, Jujuy, Santiago del Estero y parte de Santa Fe, se celebran fiestas comunitarias en torno a la caña con ruda y la Pachamama, como la Fiesta de la Caña con Ruda y la Pachamama, que en 2025 celebra su octava edición.
Tomar caña con ruda es más que una costumbre: es un acto de fe, de conexión con la tierra, de memoria colectiva. Un gesto simple que, cada agosto, nos recuerda de dónde venimos.