
Las cerealeras buscan un salvataje judicial que evite la quiebra, priorizando a los pequeños acreedores con una oferta de pago agresiva y plazos diferenciados según la deuda.
Dreyfus y Molinos Agro presentaron este viernes una propuesta de pago a los acreedores de Vicentín en el marco del cram down o salvataje judicial, última instancia para evitar la quiebra. Finalmente, ni la Unión Agrícola Avellaneda ni Bunge participaron de la oferta, pese a negociar hasta último momento, lo que retrasó la presentación.
La propuesta categoriza a los acreedores por monto de deuda y ofrece alternativas diferenciadas:
- Deudas hasta USD 130.000: 80 % de pago a 30 días de homologación judicial o 90 % en tres años, con 4 % de interés anual.
- Deudas entre USD 130.000 y USD 400.000: 50 % a 30 días, 55 % en tres años o 70 % en 10 años, con 4 % de interés anual.
- Deudas superiores a USD 400.000: 40 % en 10 años, con 4 % de interés anual, más alternativas a elección de los acreedores.
Además, se incorpora una opción de capitalización en acciones preferidas rescatables, que permite convertir créditos en participación accionaria con dividendo preferido anual.
Plazos y competencia con Grassi
La iniciativa contempla pago inmediato del 80 % en dólares para pequeñas deudas, con posibilidad de alcanzar hasta 90 % de recuperación en tres años, sin obligar a los productores a entregar mercadería ni financiamiento.
La propuesta compite con la presentada por el grupo Grassi. Los acreedores pueden votar ambas ofertas, pero la aprobación requiere 51 % de las cápitas y dos tercios del capital antes del 31 de octubre.
Como el grupo financiero Cima, principal acreedor en capital, ya adhirió a la oferta de Grassi, la estrategia de Dreyfus y Molinos Agro apunta a captar el apoyo de los pequeños acreedores, que representan la mayoría, y evitar que la resolución de concurso permita la compra de activos en quiebra, como el puerto de San Lorenzo.