Desde el lunes 23 de diciembre, el Gobierno elimina el Impuesto PAIS para los pasajes de avión al exterior y otros gastos en dólares. Sin embargo, la percepción del 30% para Ganancias y Bienes Personales continuará vigente, generando así una reducción parcial de los costos para quienes planean viajar.
Esta medida hará más accesible viajar al exterior en comparación con el esquema anterior, donde la percepción alcanzaba el 60%, aunque el 30% de recargo sigue representando un desafío para muchos turistas. Este cambio podría alentar a más personas a optar por destinos internacionales, ya que los costos del turismo interno en dólares son cada vez menos competitivos.
¿Conviene pagar con tarjeta o en efectivo?
A partir del lunes, el dólar turista, conocido también como dólar tarjeta, se estima entre $1.350 y $1.355. Sin embargo, algunas agencias de turismo recomiendan alternativas como el dólar MEP o el dólar blue, que ofrecen un tipo de cambio más competitivo cercano a los $1.100. Esta opción representa un ahorro significativo para los viajeros que puedan adquirir dólares a través de estos canales y pagar directamente en moneda extranjera.
¿Qué pasa con las compras realizadas antes del 22 de diciembre?
Es importante resaltar que quienes efectúen compras en dólares antes del 22 de diciembre y tengan vencimientos posteriores en sus resúmenes de tarjeta no pagarán el Impuesto PAIS. No obstante, las compras realizadas con tarjeta de débito hasta esa fecha seguirán sujetas al recargo del 30%. Desde el lunes 23, ningún medio de pago estará alcanzado por el tributo, lo que marca un alivio para los consumidores.
Impacto en el futuro del dólar y los costos de viajar
A pesar de la eliminación del Impuesto PAIS, el costo final de los pasajes de avión dependerá de la evolución del dólar oficial. Las especulaciones sobre una posible unificación cambiaria o ajustes en la cotización generan incertidumbre en el sector turístico. Mientras tanto, viajar al exterior será más accesible en comparación con el esquema anterior, y los turistas cuentan con nuevas estrategias para optimizar sus gastos. El desafío será encontrar el equilibrio entre costos impositivos y un tipo de cambio favorable.