
Las víctimas civiles se acumulan mientras se deteriora la situación humanitaria; la comunidad internacional expresa preocupación y condena la violencia.
Al menos 80 palestinos murieron este jueves en una nueva jornada de bombardeos y tiroteos del ejército israelí en la Franja de Gaza, en medio de una creciente crisis humanitaria y la preocupación global por los ataques cerca de centros de distribución de ayuda internacional.
Entre las víctimas, 37 personas fallecieron cerca de puntos de asistencia humanitaria respaldados por Estados Unidos, según informaron fuentes médicas locales y organismos de defensa civil. El número de muertos en Gaza desde el inicio del conflicto en octubre de 2023 supera ya los 57.000, con más de 135.000 heridos.
Ataques en refugios y zonas civiles
Uno de los episodios más graves ocurrió en la escuela Mustafa Hafez, utilizada como refugio para personas desplazadas en el barrio de al-Rimal, al oeste de la ciudad de Gaza. Según Mahmoud Basal, portavoz de la Defensa Civil, el bombardeo dejó 13 muertos, entre ellos niños y mujeres, y varios heridos.
Otros ataques en las zonas de Jabalia y Beit Lahia, al norte del enclave, provocaron la muerte de al menos cuatro personas, mientras que 24 personas murieron en Jan Yunis, al sur, tras un ataque aéreo cerca del centro de distribución de ayuda del cruce de Netzarim, también respaldado por Estados Unidos. A esto se suman siete muertos y 30 heridos en Shakoush, al norte de Rafah, tras disparos del ejército israelí en cercanías de otro punto humanitario.
Israel justifica los ataques; la ayuda humanitaria, en jaque
En un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron haber atacado 150 «objetivos terroristas» en Gaza, incluyendo presuntos milicianos y estructuras militares. “Las FDI seguirán actuando para eliminar cualquier amenaza potencial para la población civil israelí”, expresaron, en medio de crecientes cuestionamientos internacionales sobre la proporcionalidad de la fuerza empleada.
Mientras tanto, organizaciones humanitarias alertan sobre la imposibilidad de asistir a la población ante los constantes bombardeos y restricciones en el acceso. La situación en Gaza es crítica: escasean alimentos, agua, medicamentos y servicios básicos, mientras miles de personas desplazadas esperan ayuda que no llega.
Condena internacional y tensiones diplomáticas
La comunidad internacional ha manifestado su preocupación ante la escalada de violencia, especialmente por los ataques en inmediaciones de centros de ayuda humanitaria. Naciones Unidas, la Media Luna Roja y varias ONG denunciaron que estos sitios no están siendo respetados como zonas de protección civil, y reclaman garantías para operar sin ser blanco de ataques.
En un giro delicado, las autoridades de Gaza, controladas por Hamas, emitieron un comunicado instando a no cooperar con la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Estados Unidos, a la que acusan de “violar derechos humanos” en la región.
Más de 57.000 muertos desde octubre
Desde el reinicio de las hostilidades el 18 de marzo, se contabilizan más de 6.500 muertes adicionales, agravando una estadística que ya posiciona el conflicto como uno de los más sangrientos de las últimas décadas en la región.
La violencia no cesa, la asistencia humanitaria se debilita y las víctimas se acumulan, mientras el mundo observa con creciente alarma una tragedia que sigue profundizándose día tras día en Gaza.