Karen Kaufmann, agente de la motorizada de la Unidad Regional IX, reanimó a un bebé que no respiraba y logró estabilizarlo hasta su traslado al hospital. Una historia que emociona y enaltece la vocación policial.
La oficial Karen López Kaufmann, técnica en Seguridad e Higiene, Criminalística y Gestión Industrial, se convirtió en noticia al salvar la vida de un bebé que no respiraba, mientras patrullaba junto a sus compañeros de la motorizada en Avellaneda, departamento General Obligado.
“No respiraba, no tenía pulso”
Karen relató el dramático momento con humildad y claridad: “Estábamos patrullando cuando recibimos por frecuencia el pedido urgente desde el 911. Al llegar, una oficial nos entregó al bebé en brazos y nos dijo: ‘No respira’”.
Con experiencia en primeros auxilios, Kaufmann colocó al bebé boca abajo sobre su antebrazo y comenzó a darle palmaditas en la espalda, junto a la asistencia de sus compañeros. “No sentíamos pulso, pero luego de unos segundos interminables sentimos una respiración débil y el corazón empezó a latir”.
El traslado de urgencia y el milagro en movimiento
Dada la gravedad del cuadro y la demora de la ambulancia, los oficiales cargaron al bebé y a su madre en el móvil policial y se dirigieron a toda velocidad al encuentro del personal del SIES 107, que logró interceptarlos y completar la atención con oxígeno en la ambulancia. Ya en el hospital, se confirmó que el bebé había sufrido una convulsión febril.
Vocación y formación que salvan vidas
La joven policía, que ya trabajó en criminalística y hoy forma parte del escuadrón motorizado, contó que es la primera vez que le toca enfrentar una situación de esta magnitud. “Es mucha la adrenalina. Sabés que si no actuás rápido, no hay vuelta atrás. Gracias a la formación que recibimos, pudimos reaccionar”.
Kaufmann expresó su deseo de seguir capacitándose: “Estas experiencias te marcan. Ojalá podamos estar mejor preparados para cada situación. Me gustaría formarme aún más para poder ayudar”.
Un reconocimiento que trasciende lo formal
Junto a sus compañeros, y con el apoyo del personal médico, la historia tuvo un final feliz gracias al trabajo en equipo. “Más allá de las críticas que muchas veces recibe la policía, somos muchos los que estamos para servir y dar lo mejor. A veces, como hoy, también salvamos vidas”, reflexionó emocionada.
Karen Kaufmann: técnica, policía y heroína
Karen ya trabajó en distintas áreas de la fuerza y demuestra que, con compromiso y vocación, el uniforme puede ser sinónimo de servicio, empatía y vida. Su historia se suma a la de tantos servidores públicos que honran día a día su labor, muchas veces en silencio.