Con un síntoma de madurez y respeto por el otro y nuestras mascotas, tanto Reconquista y Avellaneda le han dicho adiós a la pirotecnia.
No podemos decir que fue pirotecnia 0, porque algún que otro estruendo desubicado se escucho, por aquí y por allá, pero sin lugar a dudas el trabajo de concientizacion y la madurez de nuestros vecinos ha sido ejemplar.
Felicitaciones y sigamos trabajando para que en Año nuevo no haya un solo estruendo.