Desde el sábado 1 de febrero, los hogares de ingresos bajos y medios en la Argentina comenzaron a enfrentar un incremento en las tarifas de electricidad y gas natural, debido a una reducción de aproximadamente 8 puntos en los subsidios otorgados por el Gobierno nacional a estos sectores. En cambio, los usuarios de mayores ingresos no sufrirán modificaciones en sus boletas, ya que desde hace tiempo pagan las tarifas completas tras la eliminación de los subsidios.
En la provincia de Santa Fe, se estima que alrededor de 750.000 hogares de sectores N2 (bajos ingresos) y N3 (ingresos medios) serán los más afectados por este aumento. Sin embargo, la preocupación no solo se limita al impacto económico de las nuevas tarifas, sino también a la falta de inversiones en el Sistema Interconectado Nacional, lo que pone en riesgo el suministro de energía, especialmente en los próximos meses.
Verónica Geese, secretaria de Energía de Santa Fe, expresó su preocupación sobre la falta de acción del Gobierno nacional en cuanto a las inversiones necesarias para garantizar el funcionamiento del sistema. Según Geese, durante todo 2024 no se realizaron obras esenciales, ni se promovió la inversión privada en el sector. Esto podría generar problemas graves en el suministro energético durante los meses de mayor demanda, como febrero y marzo, cuando las altas temperaturas suelen disparar el consumo de electricidad.
Además, la funcionaria advirtió que el Gobierno tiene planeado reducir aún más los topes de consumo subsidiado para los hogares de los sectores N2 y N3 a lo largo del año, lo que aumentaría la cantidad de usuarios que perderían los subsidios.
Con temperaturas extremas afectando al Gran Buenos Aires, uno de los puntos de mayor consumo energético, Geese señaló que el sistema eléctrico podría enfrentar su mayor desafío este lunes 3 de febrero, día en que se espera superar el máximo histórico de potencia registrado en el año anterior. La funcionaria también alertó que, si no se toman decisiones regulatorias, Argentina podría enfrentar aún mayores limitaciones en el suministro energético en el futuro, lo que afectaría el crecimiento económico y la capacidad de atraer nuevas inversiones.
En resumen, el aumento de tarifas y la falta de inversiones en infraestructura energética generan una creciente incertidumbre sobre la disponibilidad y estabilidad del suministro eléctrico en Argentina. Las autoridades provinciales instan al Gobierno nacional a tomar medidas urgentes para garantizar el funcionamiento del sistema y evitar futuros problemas de abastecimiento.