El incremento iba a ser de unos $500.000 brutos por senador tras el último acuerdo salarial.
Salvo Unión por la Patria y dos senadores más, el resto de los integrantes de la Cámara alta renunciaron al aumento de sus dietas que les correspondía tras el último acuerdo paritario. Un grupo de legisladores incluso propuso que esos fondos se donen al Hospital Garrahan para que el dinero no quede en manos del Senado.
Desde mayo de 2023, el tema de las dietas de los senadores viene generando polémica. Ese mes, modificaron el cálculo para establecer el valor de sus sueldos, casi en secreto, luego de que las autoridades del Congreso decidieran frenar las actualizaciones en sintonía con el discurso de Javier Milei, quien sostiene que “el ajuste lo tiene que pagar la casta”.
Dietas millonarias y congelamientos
Con el nuevo esquema, los senadores pasaron de cobrar cerca de $2 millones a más de $4,5 millones netos, dependiendo de si vivían o no a menos de 100 kilómetros de Capital Federal. Quienes perciben desarraigo y gastos de representación sumaron un plus de $2,9 millones.
Más tarde, con nuevas paritarias, se generó malestar en la opinión pública, y por eso en agosto votaron un congelamiento que duró hasta diciembre. De no haberse congelado, los sueldos de los senadores que viven fuera del AMBA hubieran superado los $8,9 millones en bruto.
La intervención de Villarruel
Durante el receso de verano, la vicepresidenta Victoria Villarruel prorrogó el congelamiento hasta el 31 de marzo de este año, en medio de presiones del Gobierno, que busca mostrar a la política como “casta privilegiada” en contraste con el ajuste al resto de los argentinos. La medida fue tomada de forma unilateral y generó malestar entre varios legisladores.
A partir de abril, con las dietas nuevamente enganchadas a las paritarias de los trabajadores del Congreso, los senadores volvieron a registrar aumentos: pasaron de $7 millones a $9 millones brutos por mes para quienes viven fuera del Área Metropolitana.
¿A dónde irá el dinero?
En los últimos días, un nuevo acuerdo salarial generó un incremento estimado de $500.000 brutos por senador. Frente al rechazo social, la mayoría de los bloques renunció a percibir ese aumento, salvo Unión por la Patria y otros dos legisladores. Ahora, algunos proponen que el dinero sea destinado al Hospital Garrahan, aunque aún no hay confirmación oficial sobre esa medida.
La discusión sigue abierta en el Congreso, mientras el malestar social por los privilegios políticos continúa creciendo.