Reconquista y Avellaneda vivieron una jornada histórica, con un evento que unió a la región y mostró la capacidad de trabajo conjunto de sus comunidades.
El Rally del Jaaukanigás en su tercera edición fue mucho más que una carrera: fue una celebración de unidad, esfuerzo y pasión por el automovilismo. Reconquista y Avellaneda, dos localidades hermanas del norte santafesino, se convirtieron en el epicentro de una experiencia única que unió a miles de personas, mostró las bondades naturales de la región y dejó una marca imborrable en la comunidad.
El evento estuvo marcado por el apoyo masivo del público, la colaboración entre distintos actores políticos y sociales y una organización que, a pesar de las incertidumbres causadas por las lluvias, logró dar forma a un rally espectacular.
Desafíos y logros en la organización
El intendente Gonzalo Braidot compartió su satisfacción tras un fin de semana cargado de desafíos. Las lluvias del viernes obligaron a reorganizar el cronograma, pero a pesar de los inconvenientes, la colaboración entre ambos municipios y los equipos organizadores permitió que todo saliera bien.
“El sábado fue una locura”, aseguró Braidot, quien destacó cómo la traza se desbordó de público, colapsando las calles de la región. Sin embargo, la jornada del domingo fue mucho más ordenada, permitiendo a los espectadores disfrutar del rally de manera más cómoda, a pesar de los problemas con algunos tramos de barro.
El rally como motor de desarrollo
La visibilidad nacional e internacional que brindó el rally a la región no solo benefició al deporte, sino también a la economía local. Hoteles, comercios y gastronómicos trabajaron a plena capacidad, mientras que los habitantes de ambas localidades demostraron su apoyo a un evento que, según Braidot, deja más de lo que se lleva.
“Lo más importante es que la gente se divirtió y disfrutó de una actividad a nivel nacional en sus calles”, resaltó el intendente. El rally no solo fue un evento deportivo, sino una oportunidad para visibilizar al norte santafesino, su gente, su naturaleza y su capacidad de organización.
El mensaje de unidad y trabajo conjunto
Un aspecto clave del rally fue el mensaje de unidad política y social. Braidot y el intendente de Reconquista, Enri Vallejos, coincidieron en que el éxito del evento se debió al trabajo conjunto de ambos municipios, el gobierno provincial y la colaboración de empresas locales. “Cuando trabajamos juntos, podemos lograr cosas importantes”, remarcó Braidot.
Además, el evento sirvió de plataforma para visibilizar la “tercera vía”, un acuerdo que promete ser histórico para la región, con el respaldo de todos los actores políticos del norte.
¿Más ediciones en el futuro?
En cuanto a la posibilidad de repetir el evento en los próximos años, Braidot fue optimista: “Las empresas nos han apoyado y hemos tenido un balance muy positivo. Las condiciones están dadas para seguir adelante con el rally”.
El Rally del Jaaukanigás no solo consolidó a Reconquista y Avellaneda como referentes del automovilismo nacional, sino que también dejó claro que el trabajo conjunto, el esfuerzo y el compromiso son la clave para el desarrollo. Este evento no solo se corre: se vive, se celebra y se transforma en identidad compartida.