El equipo económico busca remonetizar la economía con moneda extranjera, flexibilizando controles y eliminando barreras para el uso del ahorro informal.
El Gobierno de Javier Milei puso en marcha este viernes el “Plan de reparación histórica de los ahorros de los argentinos”, una iniciativa disruptiva que apunta a liberar el uso de los dólares atesorados fuera del sistema financiero formal, conocidos popularmente como “dólares del colchón”.
El anuncio, que marca el inicio de la Fase 3 del programa económico, fue presentado por el ministro de Economía Luis Caputo, acompañado por el titular del Banco Central Santiago Bausili, el jefe de ARCA Juan Pazo, y el vocero presidencial Manuel Adorni.
El objetivo central del plan es remonetizar la economía con dólares circulantes, alentando su uso cotidiano para el consumo e inversión, sin pasar por mecanismos de blanqueo tradicionales. En palabras del propio Milei, se trata de avanzar hacia una “dolarización endógena”, basada en la libre elección de la moneda por parte de los ciudadanos.
“Hemos permitido que todos los individuos puedan hacer transacciones en la moneda que quieran. La promesa de campaña la cumplí”, afirmó el Presidente.
¿Cuántos dólares hay “debajo del colchón”?
Según datos del INDEC, el sector privado no financiero argentino mantiene fuera del sistema financiero activos por US$ 400.000 millones, de los cuales alrededor de US$ 193.000 millones están en efectivo en el país. Esta cifra supera ampliamente la base monetaria, estimada en US$ 32.000 millones.
La magnitud de ese capital ocioso motivó al Ejecutivo a implementar una serie de desregulaciones administrativas por decreto, evitando el tratamiento legislativo para facilitar su entrada en vigencia inmediata.
Desregulación y menos control fiscal
La primera etapa del plan incluye la eliminación de obligaciones informativas en operaciones como:
- Compras con tarjetas
- Transacciones notariales
- Compra-venta de vehículos usados
- Pagos de expensas
Además, se simplifica el régimen de declaración del Impuesto a las Ganancias, centrando la fiscalización únicamente en facturación y gastos deducibles, y dejando de lado la verificación de consumos personales y variaciones patrimoniales.
Caputo remarcó que “por debajo de $50 millones por mes, cada persona puede gastar sus ahorros sin problemas”, señalando el fin de los controles sobre consumos menores, lo que se espera incentive el uso de dólares atesorados.
De la informalidad al mercado: ¿remonetización o riesgo?
La estrategia oficial es clara: aprovechar la enorme masa de dólares inmovilizados para inyectar liquidez al sistema sin necesidad de una ley de dolarización total. El concepto de “remonetización” refiere al ingreso de capital en circulación que facilite transacciones y reanime la actividad económica.
La apuesta, sin embargo, no está exenta de críticas. Especialistas en derecho tributario y prevención del lavado advierten que sin mecanismos de trazabilidad ni respaldo legal en el Congreso, la medida podría abrir una ventana para operaciones ilícitas, como lavado de activos o evasión, debilitando el rol de ARCA (la nueva agencia recaudadora) como ente de control.
Dólares que se mueven más, pero no se gastan
Un informe de Coelsa, firma de compensación interbancaria, muestra que entre diciembre de 2024 y abril de 2025:
- La cantidad de CBU en dólares creció un 11%
- Las transferencias en dólares aumentaron un 357% interanual
- Los envíos entre personas físicas subieron un 84%
- El monto total transferido creció un 20%
Sin embargo, los pagos con débito en dólares siguen siendo poco utilizados, con un volumen mensual de apenas US$ 2 millones, según datos de Payway.