Desde este miércoles 7 de mayo, el Vaticano se convierte en el escenario del Cónclave 2025, el ritual milenario mediante el cual la Iglesia Católica elegirá al nuevo Papa, tras el fallecimiento de Francisco el pasado 21 de abril.
Bajo los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, 133 cardenales electores de todo el mundo se reunirán en uno de los procesos más antiguos, solemnes y reservados de la Iglesia. El inicio formal será con una oración en la Capilla Paulina y el juramento de secreto vitalicio, seguido por una misa solemne a las 10:00 en la Basílica de San Pedro, dedicada a la elección del nuevo pontífice.
Un líder para tiempos desafiantes
Más allá de lo religioso, la elección busca a un líder capaz de enfrentar desafíos globales como la persecución religiosa, el avance de la secularización, la crisis climática y los conflictos geopolíticos. Así lo destacó el canonista Hernán Olano, al subrayar el perfil de pontífice que se debatirá entre los cardenales.
Diversidad en el cónclave: fuerte representación latinoamericana
Este Cónclave se caracteriza por su diversidad geográfica: 71 países representados y 23 cardenales latinoamericanos entre los 133 electores. Brasil con 7 representantes, Argentina con 4 y México con 2, son los países con mayor peso en la región. Del total, el 80% fueron designados por Francisco, lo que podría sugerir una continuidad de su legado reformista.
Por Argentina participarán Mario Poli, Víctor Manuel Fernández, Vicente Bokalic Iglic y Ángel Rossi. De Brasil, entre otros, estarán João Braz de Aviz y Odilo Scherer. También participarán cardenales de Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Haití, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y Uruguay.
El hermético proceso
Los cardenales se alojan en la residencia de Santa Marta y quedan aislados del mundo exterior, sin acceso a teléfonos, internet, diarios, radio o TV. Cualquier contacto será excepcional y aprobado por una comisión.
Las votaciones serán cuatro por día (dos por la mañana y dos por la tarde), y un candidato necesitará 89 votos (dos tercios) para ser electo. Al finalizar cada jornada, el humo negro o blanco saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina, indicando si hubo o no un nuevo Papa.
Si tras tres días no hay elección, se suspenderán las votaciones para un día de oración.
¿Quién será el próximo Papa?
Aunque se espera la acción del Espíritu Santo, suenan nombres como los del filipino Luis Antonio Tagle, el italiano Pietro Parolin, el luxemburgués Jean-Claude Hollerich, el ghanés Peter Turkson y el estadounidense Joseph Tobin.
La expectativa mundial se mantiene en vilo ante una decisión que marcará el rumbo espiritual, social y político de la Iglesia en los años por venir.