Pese a un accidente en ruta, los representantes locales lograron dos cinturones en un torneo nacional de kickboxing. “Fue una prueba física, mental y deportiva”, destacó el instructor Leandro Delbon.
La delegación de la escuela Kado, dirigida por el instructor Leandro Delbon (Cinturón negro), regresó de Buenos Aires con dos cinturones de campeonato en distintas categorías, tras participar el pasado fin de semana de un importante torneo nacional de kickboxing. Pero el logro deportivo vino acompañado de una historia de superación que marcó a todo el equipo.
“Viajamos diez personas desde Reconquista en dos vehículos. Entre todos conseguimos dos cinturones y varias medallas de participación. Fue un torneo de altísimo nivel, con rivales muy preparados”, relató Delbon.
Accidente en ruta y un viaje de película
La aventura del equipo empezó con un contratiempo inesperado: sufrieron un accidente múltiple en la Ruta Nacional 11, cerca de Gobernador Crespo. Una camioneta, conducida por Delbon, fue impactada por un camión fuera de control tras un choque previo.
“Me tiré a la banquina para esquivar el accidente que ocurrió delante mío, pero el camión me alcanzó igual y volqué”, contó el instructor.
Por fortuna, todos resultaron ilesos gracias a las medidas de seguridad y al uso del cinturón. Aun así, debieron esperar desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde en el lugar por diligencias judiciales. Con menores a cargo y sin vehículo, evaluaron volver a casa, pero decidieron seguir adelante.
“Estábamos física y mentalmente fuertes. Nos conseguimos un colectivo y llegamos a Buenos Aires a la madrugada. Dormimos muy poco, pero competimos igual y logramos los títulos”, agregó Delbon.
Preparación, sacrificio y disciplina
El instructor explicó que los entrenamientos para este tipo de competencias son diarios, de lunes a sábado, con sesiones intensivas de una hora y media por turno. Los competidores más avanzados suelen realizar dos turnos diarios en la etapa previa a los torneos.
En cuanto a la seguridad durante los combates, se utilizan protectores bucales, inguinales y canilleras, además de las protecciones obligatorias en el reglamento.
“El kickboxing es un deporte de contacto, pero con disciplina, respeto y cuidado. De diez competidores volvimos todos sin lesiones”, aseguró.
Final dramático y muerte súbita
El propio Delbon participó del torneo y, tras una agotadora pelea que terminó empatada, aceptó junto a su rival definir el combate con muerte súbita: quien conectara el primer golpe limpio, ganaba.
“A los dos segundos logré el golpe al abdomen y terminé ganando el cinturón”, recordó con satisfacción.
Kickboxing en Reconquista y próximos torneos
Las clases de Kado Boxing se dictan actualmente lunes, miércoles y viernes en la vecinal San Jerónimo del Rey, cerca de la intersección de Ruta 40 y calle España, en Reconquista. También hay planes para abrir una sede en Avellaneda próximamente.
“Queremos organizar un torneo regional aquí, entre Reconquista y Avellaneda. Va a haber exhibiciones, combates formales y participación de escuelas amigas”, adelantó el instructor.
Mucho más que un deporte
Delbon destacó que el kickboxing es también una herramienta formativa: “Sirve para defensa personal, para disciplina en chicos, para fortalecer carácter y autoestima. Es una escuela de vida”, remarcó.