Tiene 21 años, es oriundo de Malabrigo y juega en la sexta división del fútbol italiano. Tras pasar por clubes de Argentina y Chile, hoy milita en el Real Fabriziese y sueña con seguir creciendo en Europa.
Desde Italia, Juan Cruz Aramburú habla con naturalidad sobre su presente en el fútbol europeo y la carrera que lo llevó a cruzar el océano con apenas 21 años. El delantero, que comenzó en Juventud de Malabrigo y pasó por Chile, Peñarol de Córdoba, Las Palmas y Chacarita, hoy defiende los colores del Real Fabriziese, en el ascenso italiano.
“Estoy en Italia desde agosto del año pasado. Llegué a través de un grupo de representantes de Buenos Aires, ligados a Maxi López. Me tocó firmar contrato por un año y ahora estamos peleando por no descender”, cuenta.
Un goleador con rodaje
Con 25 partidos jugados y 14 goles convertidos, Juan Cruz es el delantero centro titular del equipo, un típico 9 de área que vive del gol.
“En lo personal, el campeonato fue muy bueno. Tuvimos muchos inconvenientes con el plantel, pero pude marcar y sumar minutos. Ahora jugamos la final por el descenso, ojalá podamos mantener la categoría”.
Un fútbol distinto, pero formador
Aunque se trata de la sexta división, Aramburu no subestima el nivel de la competencia: “Es una categoría rígida, muy física, con jugadores de experiencia. Te prepara para lo que viene”, señala.
Sobre las diferencias con el fútbol argentino, apunta: “Allá los entrenamientos son más intensos. Acá son más tranquilos, porque muchos jugadores tienen otro trabajo además de jugar”.
Planes para seguir en Europa
Mientras define su futuro, el delantero ya tiene propuestas para seguir jugando en Italia. “Hay cosas habladas para la próxima temporada, incluso en una categoría más alta. Veremos qué sale en el próximo mercado”, anticipa.
Hoy vive solo, en una casa que le proporciona el club, aunque recibió recientemente la visita de su novia, que estuvo tres meses acompañándolo. Antes, compartió casa con otros argentinos.
La familia, siempre presente
Aunque está enfocado en su carrera, el vínculo con Malabrigo y su familia sigue firme. “Siempre se extraña. Mi hermanito Tobías de 11 años juega en Juventud, me está esperando con ganas. Ya le prometí que le llevo botines”, dice entre risas.
“A mis viejos, a mis abuelos, a mi novia y a mi hermano Tobías, les mando un abrazo enorme. Ya falta poco para estar allá. ¡Que vayan preparando el asado!”
Pasta, frío y adaptación
El joven reconoce que le costó adaptarse al clima del norte italiano, con temperaturas muy bajas: “Estamos a mil metros de altura, hace diez grados menos que en otras zonas. Ahora llega el calor, pero igual cuesta”.
En cuanto a la comida, no duda: “Acá se come mucha pasta. Mucha. Y algunos animales salvajes también”, dice con humor.
A pesar de su juventud, Juan Cruz Aramburú tiene bien claro lo que quiere: “El fútbol es corto. A los 21 ya sos grande. Hay que estar fuerte de la cabeza y aprovechar cada oportunidad”.