En la marcha en las puertas del Congreso, la tensión otra vez marca el pulso de la calle con la marcha de los jubilados, con el antecedente de la semana pasada, con los incidentes que derivaron en la represión a manifestantes y la agresión al fotógrafo Pablo Grillo, quien hoy lucha por su vida.
En detalle, se despliegan más de 2.000 efectivos, entre policías de la Ciudad y fuerzas federales, en el Congreso y sus alrededores, que se encuentran vallados, de cara al operativo de seguridad que se lleva a cabo durante la movilización de los jubilados.
Los helicópteros de la Policía Federal sobrevuelan la zona del Congreso, tienen capacidad de identificar rostros y patentes desde el aire.
En relación a la Policía Federal, para esta ocasión “prácticamente se duplicó” la cantidad de efectivos, algo que también copiarían Gendarmería Nacional y Prefectura Naval.
Por su parte, la Policía de la Ciudad desplegará unos 900 uniformados y 600 agentes de tránsito para llevar a cabo el control vehicular, a unas seis cuadras a la redonda.
De esta manera, predominó la idea que tenía la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, de evitar que los manifestantes pudieran llegar a las adyacencias de la Plaza del Congreso.
