El Gobierno subió del 1,3% al 1,6% la meta de superávit primario en acuerdo con el FMI. Habrá una suba moderada del gasto, sin aumentos para provincias ni obra pública.
El presidente Javier Milei anunció en cadena nacional que el Gobierno decidió elevar la meta de superávit primario del 1,3% al 1,6% del PBI, como parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La medida, que va a contramano del tradicional aumento del gasto en años electorales, busca mantener la baja de inflación de cara a los comicios del 26 de octubre.
“Si bien para asegurar el déficit cero necesitamos un superávit primario del 1,3% del PBI, a la luz de los acontecimientos internacionales recientes, hemos decidido elevarlo al 1,6%”, expresó Milei.
De acuerdo con el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), esta decisión implica que el gasto primario crecería solo un 1% real en 2025, frente al 3% previsto inicialmente. El Gobierno apuesta así a consolidar la baja inflacionaria sin recurrir a aumentos de partidas discrecionales ni a expansiones sin respaldo.
Desde el FMI incluso sugieren que, si los ingresos superan las expectativas, se realice un ajuste fiscal mayor. El organismo remarcó la importancia de sostener una «disciplina estricta del gasto» y avanzar con reformas tributarias, previsionales y de coparticipación.
También se proyecta que el superávit primario alcance el 2,5% del PBI a mediano plazo, con una economía que crezca un 3%, mejore la recaudación y aumenten las exportaciones.
Subas acotadas y recortes en subsidios
En 2024, el gasto público tuvo una caída real del 27,5%. Para 2025, el acuerdo con el FMI prevé una suba limitada del gasto de apenas 0,3 puntos del PBI, impulsada sobre todo por un aumento en jubilaciones y pensiones (0,7 puntos), compensado por una baja en subsidios energéticos (0,5 puntos).
El informe del IARAF detalla que los gastos con mayor caída real interanual serían: subsidios a la energía (-41,8%), asistencia social (-4,4%), transporte (-2,2%) y gasto de capital (-1,3%).
En contraste, las jubilaciones y pensiones sin bonos crecerían un 13,2% real, y la masa salarial un 3,2% interanual.
El acuerdo no contempla aumentos relevantes para la masa salarial estatal, ni fondos extraordinarios para gobernadores, salvo casos puntuales definidos por el Congreso. Además, la Casa Rosada busca sostener las asignaciones sociales sin intermediarios, en medio de la presión de la CGT y los reclamos judiciales por supuesta malversación de fondos en planes sociales.